DECORACIÓN

Inicio

RECETAS DEL DIA

INGREDIENTES

¿COMO SE HACE?

PASTELERIA

COMIDA MUNDIAL

TIPOS DE COCINAS

COCINAS DE INDUCCIÓN

Las cocinas de inducción son rapidísimas ya que el calor se genera directamente en la base del recipiente. Por el contrario la vitrocerámica es bastante más lenta, mientras que las cocinas de gas tienen la ventaja de darnos el calor necesario casi desde el primer instante.

Si hablamos de limpieza, las cocinas de inducción son las que más destacan ya que son muy fáciles de limpiar. Por su forma de calor que hace que las placas no se calienten, impiden que se queden alimentos carbonizados, cosa que hace que sean muy fáciles de mantener.

COCINAS DE GAS

Si hablamos de versatilidad, las cocinas de gas son las ganadoras en este aspecto. En una cocina de gas podemos cocinar casi con cualquier tipo de recipiente. Las vitrocerámicas también, pero no así las de inducción, en las que no todas las cazuelas sirven para cocinar.

COCINAS DE VITROCERÁMICA

Las cocinas de vitrocerámica son algo más caras que éstas, pero menos que las de inducción. Aunque eso sí, a la larga consumen menos éstas últimas y puede que salgan más rentables. El riesgo con las de gas son las posibles fugas, sobre todo para los más despistes.

Si hablamos de seguridad, las de inducción ganan por goleada. Con las de vitrocerámica tampoco hay riesgo de fuga, pero sí de posibles quemazos. Las cocinas de inducción eliminan ese problema, porque su tipo de calor es el más frío de los tres (en cuanto a temperatura, no a eficacia).

COCINAS DE INDUCCIÓN

Estas cocinas llegan a calentar y trabajan muy rápido, puesto a que el calor se genera directamente en la base del recipiente. Son muy fáciles de limpiar ya que por su forma las placas nunca se calientan, impidiendo que se almacenen alimentos carbonizados. Estas solo utilizan recipientes especiales para este tipo de cocinas, ya que no todo servirá para cocinar.